La Esperanza – Intibucá, dos ciudades gemelas unidas por un mismo pasado llenas de historia, ubicadas a 1,700 metros sobre el nivel del mar, ambas se convierten en una sola entidad ante los ojos de los foráneos.
Ambas considerada la ciudad más alta de Honduras, para el mundo exterior puede ser una sola ciudad, sin embargo, cuando el viajero permanece un poco de tiempo en la zona se da cuenta de que existen diferencias notorias.
Intibucá mantiene una población predominantemente lenca, mientras tanto La Esperanza es mayoritariamente ladina (mestiza)
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Le mostramos parte de la ruta lenca que tiene Honduras en el occidente del país con los balnearios, la cascada más alta de esa región, el bosque enano y las artesanías lencas.
Conozca «la ciudad del manto blanco», La Esperanza en Intibucá con Raquel Lazo
Cada una de las ciudades posee su propio alcalde, su iglesia católica y hasta su mercado.
A pesar que se mantienen rigen por una edil diferente, curiosamente, comparten el parque central, sin embargo, todas estas diferencias pasan inadvertidas para el viajero que apenas llega.
La producción de textiles y la alfarería en barro blanco son otros de los principales rubros del pueblo lenca. Estas artesanías se unen a nuevas alternativas de ingresos como la elaboración de vinos, las frutas en almíbar y el turismo rural.
El clima es determinado por su posición tropical también por su altura, el relieve y distancia de la ciudad hacia el mar. Se caracteriza por tener temperaturas templadas, y hasta frías para los estándares nacionales hondureños.
Foto portada: Instagram. Intibucá